Hace muchos años en La Orotava la luz eléctrica la producía una central hidroeléctrica situada en la parte alta llamada la Abejera. Era muy fracuente que por problemas de falta de agua para las turbinas u otros motivos la luz se iba continuamente en las casas y los negocios.
Un grupo de vecinos se reunía en la calle Hermano Apolinar junto a la venta de comestibles de la Vda Perera para contar novedades y charlar sobre las cosas del pueblo. Un día se había ido la luz y se reunieron en esa particular tertulia. Y junto a la trasera de la Hijuela del Botánico los contertulios de rigor charlaban sobre los apagones. Estaba también un pequeño, pero curioso chiquillo de pocos años. Pasaban los coches y entre ellos uno con las luces encendidas. Y el pequeño exclamó: Y si no hay luz ¿por qué ese coche si tiene? Y la gente rió con gracia la observación del menudo.(Hay momentos de la niñez en el que las preguntas son más curiosas que en Bachillerato).
Viene esta anécdota porque he visto hoy, después de casi 30 años, a un antiguo tertuliano que me recordó ese golpe, que siempre le llamó la atención. Y aquél chiquillo es hoy arqueólogo y busca dar luz al tema de la cultura y población aborigen de Canarias. Seguro que todos buscamos aclararnos un poco ...en este espacio nebuloso.
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