¡Hay que ver la cantidad y variedad de presentaciones que andan por esos correos electrónicos! Parece que existen productoras especializadas en mensajes edulcorados y pintados de rosa para ir suavizando nuestras penas. No fallan. Cada día con las mejores intenciones los amigos se envían entre si bellos argumentos( a veces, relamidos y pegajosos)para recordarnos el derecho a ser felices. A encontrarnos en un mundo más real, espiritual y con el dominio de los valores de la amistad, del amor, de la honestidad, etc. Vienen acompañados de exquisitas imágenes de lugares idílicos, con música relajante y placentera. Nos agradan a veces, otras resultan, con perdón, un coñazo. Lo siento, pero creo que un poco está bien. Desde que se pasa el guiso no hay quién se lo coma. Y creo que muchos van y vienen ...repetidos, por uno y otro sendero. Sin embargo, aparecen otros que nos traen el recuerdo de esta realidad en la que pasamos nuestros días y noches. Y nos abrimos a las más diversas latitudes con fotografías que nos hablan de esa rica diversidad de éste planeta que nos empeñamos en irlo deteriorando día tras día. Y gracias a Dios aparecen otros correos con mensajes artísticos e imaginativos que ponen unas gotas de belleza, frente a esta realidad bella...pero bañada por la crueldad y la guerra.
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