18 de abril de 2009

Un día...

Y renació el día entre las ligeras nubes que desaparecían. Brotó la Naturaleza al son de nuevos latidos. La luz fue dilatando las distancias entre los objetos esparcidos en su lugares de ocio. Todo retomó el pulso y el palpitar de una mañana nueva.
El rocío había bañado las violetas dejando sobre su superficie aterciopelada granos de vida. Por fin, los mirlos volvieron a despertar con su canto matutino, con una llamada al retorno del nuevo acontecer. El sol fue despuntando por encima de las cumbres y deslizó sus rayos sobre el pueblo. Una mañana más. Un día ...Un sabado para disfrutar.

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