21 de noviembre de 2010

Latidos

Era
la luna
arriba, alta
sobre un cielo oscuro,
girando entre sonoras
sinfonías de silencios y sueños,
embriagando con su leve arrullo
los animos de seres que habitan
entre esperanzas de tiempos finitos,
abiertos al ritmo cíclico de lo eterno.
Despertó el día nuevo
y la noche se durmió,
mientras crecían
latidos
de un mundo
lleno de vida,
sin lunas.
Solos.

2 comentarios:

Merce dijo...

A la luz del dia todo tiene otro sentido, la noche nos envuelve sobre nosotros mismos y nos recoge para afrontar las expectativas de una nueva mañana.

:)

josé luis dijo...

Así parece. Todo se transforma según el lugar desde donde si mira o se vive...

Abrazos.