"La locura es que estemos mandados por un machango verde" -dijo aquel viejo marino. Lo vi que esperaba mientras se notaba en su rostro el malestar al tener que obedecer, como todos, la orden de aquel menudo.
Él, un autentico navegante por los mares del sur y del norte, que cruzaba estrechos, anchos mares y océanos pacíficos o no tanto, seguía allí, frente a mí. Lo observé quieto, a la espera como el más pintado. Por fin, al cruzarnos en aquel paso de cebra, soltó la frase y sonreímos, aceptando el absurdo dominio que aquel mequetrefe verde tenía sobre todos nosotros.
Él, un autentico navegante por los mares del sur y del norte, que cruzaba estrechos, anchos mares y océanos pacíficos o no tanto, seguía allí, frente a mí. Lo observé quieto, a la espera como el más pintado. Por fin, al cruzarnos en aquel paso de cebra, soltó la frase y sonreímos, aceptando el absurdo dominio que aquel mequetrefe verde tenía sobre todos nosotros.
jajajaja cada vez que me pare ante un semaforo me acordaré de ese "viejo marino" y el "machango verde" :)))
ResponderEliminarbiquiños
El poder que tienen y además estan por todos los paises y continentes. Chiquitos pero mandones...
ResponderEliminarAbrazos
Por un momento pensé que el tal Machango era un marcianito o algo semejante ;)
ResponderEliminarPor dónde van los derroteros de la imaginación.
besos
Las puertas de la imaginación son multiples...por eso no hay quien le ponga murallas.
ResponderEliminarAbrazos
¿No estará inspirado, por un casual, en George W. Bush?
ResponderEliminarBuena ocurrencia...No me lo había imaginado, pero...
ResponderEliminarAbrazos
A veces hay que hacerle caso a los machangos.
ResponderEliminarSi son como esos verdes, mejor que sí, por si acaso...
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