30 de diciembre de 2008

El color rojo de los nuevos....

En aquel encuentro festejaron la llegada de los que vinieron de otras islas. En un ambiente jocoso y alegre se escanció el vino que acompañó a los chicharros fritos que sabían a gloria. Era agradable ver que todos estaban bien, y que podían disfrutar al verse juntos una vez más. Sin embargo, la gran alegría era, por momentos, los pequeños;una menuda llena de vida y recién llegada, y el chico rubio con una vitalidad que contagiaba en el descubrimiento de todo.
Entre charla y tertulia llegaron las fotos. Varias camaras de esas digitales comenzaron a lanzar sus ráfagas con los flashes incorporados. Todos querían captar esas imagenes llenas de amistad. Pero llegaron los ojos rojos, y aquellas caras se desfiguraban y algunos rostros se convirtieron en diablillos. ¡Lastima! -decía uno. ¡Con lo bonita que estaba la foto!¡ Así hasta dan miedo!. Y otro tranquilizó con que eso tenía solución y los programas de ordenador hacen maravillas. Todos siguieron en la fiesta, y aparecieron otras viandas para festejar aquellos momentos cercanos al cambio de año.
En los días siguientes los ordenadores se pusieron en marcha y desaparecieron aquellos ojos diabólicos de los rostros. Las fotos corregidas comenzaron a circular por los e-mails y sirvieron para mejorar los recuerdos de un feliz encuentro, ya solo bañado por el color rojo de los nuevos vinos...

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