20 de diciembre de 2010

Vi ...


Viajar al pasado puede ayudar a reencontrar un futuro más humano y feliz.
Les deseo felices fiestas llenas de buenos augurios y satisfacciones.

17 de diciembre de 2010

Puntos...

Desde la distancia de tantos puntos, sólo encuentro la unión en la línea figurada...

6 de diciembre de 2010

Aquí...


Aquel chico miraba sigiloso al nuevo mundo que se mostraba ante sus dudas. Creía que todo podría estar lleno de esperanzas y aciertos, pero los últimos tiempos comenzaron a traer nubarrones que amenazaban tormentas variadas en casi todos los aspectos. Su animo se convertía día a día más inquieto, más inseguro y una sensación de desasosiego aceleraba su airado espiritu contestatario. Entre los jóvenes crecía una desazón que les llevaba a vivir el "carpe diem", y a perder sus  antiguas aspiraciones. El aquí y ahora se iba convirtiendo en su canto de futuro y sus ilusiones  se restringían a  "disfrutar del momento". El porvenir se escondía entre las espesas y lúgubres nubes que tapaban el cielo nítido de los sueños. Aquí y ahora un nuevo desanimo acribillaba a aquella juventud que perdía el rumbo o no lograba atisbar un nuevo horizonte más claro.

2 de diciembre de 2010

Experimentos


Pronto supo que todo aquel vacío que rodeaba al cielo podía más que él. Pensó que sería mejor dejar fluir al río en su camino y no ponerle trabas, aunque pudiera crear nuevas maravillas para la ingeniería. El pan seguiría llegando, aunque no hubieran aparecido los molinos de agua y las muelas y piedras movidas por esa fuerza hidraúlica venida desde las cavernas de profundas galerías y desde el interior de las entrañas de la tierra. El millo se trituraría de todas maneras y las bocas esperarían ansiosas el eterno manjar. La vida se expresaba con sus anhelos y deseos y los gozos de hoy eran el trabajo del ayer.Y las miradas se llenaban de nueva luz entre el verdor de unos campos nuevamente sembrados. En el continuo retorno se construía nuevos espacios llenos de espirales giros sobre su mismo eje. Una danza que no paraba con el manantial de la vida.

21 de noviembre de 2010

Latidos

Era
la luna
arriba, alta
sobre un cielo oscuro,
girando entre sonoras
sinfonías de silencios y sueños,
embriagando con su leve arrullo
los animos de seres que habitan
entre esperanzas de tiempos finitos,
abiertos al ritmo cíclico de lo eterno.
Despertó el día nuevo
y la noche se durmió,
mientras crecían
latidos
de un mundo
lleno de vida,
sin lunas.
Solos.

4 de noviembre de 2010

Machango

"La locura es que estemos mandados por un machango verde" -dijo aquel viejo marino. Lo vi que esperaba mientras se notaba en su rostro el malestar al tener que obedecer, como todos, la orden de aquel  menudo. 
Él, un autentico navegante por los mares del sur y del norte, que cruzaba estrechos, anchos mares y océanos pacíficos o no tanto, seguía  allí, frente a mí. Lo observé quieto, a la espera como el más pintado. Por fin, al cruzarnos en aquel paso de cebra, soltó la frase y sonreímos, aceptando el absurdo dominio que aquel mequetrefe verde tenía sobre todos nosotros.

16 de octubre de 2010

Hoy...

To Create the Time

Hoy,
ayer,
mañana,
un mismo tiempo
que baña nuestras vidas
y llena de futuros el presente
desde el recóndito espacio del ayer.
Miro al futuro y me encuentro
con la presencia
del pasado que se crece
en el presente,
que  quema
las naves
del Ocaso.
Mañana,
Ayer,
Hoy.

10 de octubre de 2010

Viejas, nuevas palabras...

  En recuerdo de un profesor que dejó huella.
                                                
Le vi llegar  con un manantial de libros en sus manos. Le vi  contento al entrar en aquel hervidero ante jocosos mozalbetes y  se acercó hacia nuestros garabateados pupitres.
Aquella mañana vestía  pantalones  grises, camisa a cuadro y pullover de lana, largo y verdoso. Su pelo disuelto, enmarañado, unos espejuelos con gruesa moldura de pasta sobre su nariz. Su mirada  abstraída, de carácter algo soñador. Su cuerpo alto,  medio desgarbado y con andar preciso. Su palabra a media voz, entre la estampida de aquella prole, fue imponiendo el silencio y la atención. Por las ventanas de guillotina, abiertas al Valle, entraba un aire limpio, un aire nuevo mientras  las campanas de la iglesia lejana marcaban el rotar del tiempo.
Aquella mañana, el joven licenciado de acento castizo y mente escrutadora, tranquilo y con verbo fluido habló sobre los libros.  Habló del placer de su lectura llena de tantas historias. Habló de aquellos hombres que se dedicaron y dieron su vida por escribir. Sus palabras nos  invitaban a iniciarnos en aquella aventura.
Alargó sus manos y fue sembrando entre nosotros  libros de su colección; obras de Baroja, Azorín, Machado, Valle Inclán, Juan Ramón Jiménez, Galdós…, Miguel Hernández, Lorca...Buero Vallejo. Nosotros, tan acostumbrados a novelas policiacas. Nosotros los aficionados  a las aventuras del  lejano Oeste, estábamos absortos. Nosotros fieles del capitán Trueno y de Ingrid, del Jabato, o de tantas otras historietas nos íbamos a meter en un extraño laberinto. Pero sus palabras, entrañables palabras, fueron calando en nuestro ánimo abierto por la curiosidad.
Pasaron las horas, pasaron los días, y pasaron las semanas de aquel curso decisivo. Y viajamos por las tierras de Castilla,  acompañamos a Santi Andía, conocimos el mundo esperpéntico de la vieja Galicia, las guerras del siglo XIX,  a la poesía la vimos venir pura, sin ropajes,  volamos al Nueva York surrealista, o paladeamos los sinsabores de las nanas de la cebolla para matar el hambre, tras la cruel  contienda fratricida. El tiempo nos desvelaba otros caminos, al tiempo que íbamos ganando otras guerras a la ignorancia y al desaliento.
Un día me dejó su libro “Historia de una escalera” y me abrió hacia un mundo más amplio cargado de otras significaciones: un mundo de decadencia, sin ilusiones, ni futuro. Un mundo, entre la monotona realidad de un horizonte cerrado, que reflejaba una España impregnada de un solo color. Y aquel autor, Buero Vallejo, supo dibujar la vida sin esperanzas de la posguerra.   Parecía que ciertas vendas se iban cayendo de nuestros cegatos ojos.  El profesor nos enseñó a leer más allá de las palabras. Yo lo sentí así.
Le vi años después. Le vi  en la Universidad. Le vi de nuevo como profesor. La semilla  ya estaba plantada, ya germinaba y crecía. Solo había que regarla cada día para poder captar esa otra realidad escondida. Años después  me acercó al mundo de los archivos. En ellos vislumbré algo más que viejos legajos polvorientos, escritos de escribanos y firmas de mandamases. Me encontré con la  Historia de mi pueblo. Y supe leer más allá de las viejas palabras.

4 de octubre de 2010

Junto al mar...

Se le ocurrió pensar que aquella mujer llena de pasión le quería entregar su tiempo, tiempo lleno de tantas dudas, de tantas esperanzas perdidas entre las tinieblas de aquel tugurio junto al mar, donde llegaban los barcos a cada momento, y donde había que cantar a la vida entregados a los cantos de un amor de un rato, un rato pleno de gozos rápidos en los que la vida se acicalaba entre los ajijides del tiempo, del tiempo que no se había visto llegar un barco como aquel, grande, marino y cargado con una tripulación aguerrida como la que más, no como otros barcos de los últimos tiempos de pesadumbres y tristezas, pero estas se acabaron ya, y con la llegada de aquellos marinos venidos de tan lejos, todo cambiaría, pues el muelle volvió a tener vida, y los negocios prosperaron entre el correr de los dineros y las bebidas que alegraban el corazón y calentaban la tripa, hasta entonces vacía y falta de combustión, como los vapores y los cuerpos de aquellas mozas que habían perdido el medio de ganarse la vida, y de entregarse como en años anteriores en los que todo funcionaba bien, pero ya pasarían estos tiempos de miserias y por fin aparecían nuevas ansias de vivir, de trabajar, de amar y darle un poco de salero a aquellas almas que solo querían pan caliente y alguien que les alegrara la noche entre el zumbido de las tablas y el vaivén de los colchones con las sabanas blancas, pero llenas de ritmo y gozos, oliendo a vino, a ron, a vodka de los cosacos, pero otras historias había que volver a realizar entre los tiempos nuevos que se abrían con la mirada lanzada a un nuevo futuro. Por fin llegó el momento, feliz momento de una total recuperación de tantos  sueños ilusos. Seguro que aquella mujer quería entregarle su tiempo y podrían encontrarse en el camino de una pasión nueva, llena de vida y esperanzas, entre los vaivenes de los sueños y las querencias… Y se lanzaron a despertar un nuevo día. Pero se olvidó y no fue más. Se perdió entre el marasmo de una noche sin luna.

25 de septiembre de 2010

Puntería...

Marchó sobre los campos verdes bañados por el rocío.Caminó hasta encumbrarse sobre la cima de aquellas montañas que mostraban un amplio panorama lleno de silencios, de lejanías, de horizontes abiertos a nuevos sueños. Vigiló a un lado y otro oteando el inmenso valle, pletórico de  la majestad de la Naturaleza. Sacó su arma y comenzó a disparar en todas direcciones. Parecía que quería matar tanta belleza, sintiendo en su interior las ansias de poseerla, de adueñarse de su magia. No descansó, mientras apuntaba una y otra vez y sonaba el intermitente clíck.  Estaba embriagada en un extasis de locura. Y comenzó a almacenar en la caja negra sus capturas y sus trofeos. Regresó embebida en miles de sensaciones. En casa miró su botín y observó la enorme  cacería de ese día. Pero sintió que necesitaba guardarlas con algún tratamiento, como el que hacen los taxidermistas con sus animales muertos para que aparezcan más reales, vivos y  así, poder enseñarlos con orgullo a los demás. Eligió las mejores presas, Y con maestría supo dotarlas de vida. Las colgó para disfrute de los amantes de la Belleza, y todos supieron valorar su puntería y buen hacer.

20 de septiembre de 2010

La Plaza y el tiempo.

La Plaza.

Aquella tarde de domingo volví a la alameda. Allí me encontré con Pedro y Antonio mientras esperábamos el encuentro con las chicas. Observé los árboles como curiosos viajeros con flores amarillas en sus altos sombreros. Los bellos jardines verdes con pinceladas rojas y aromas de sosiego daban una sensación de paz. Chicos y mayores caminaban acompañando al tiempo y vimos deambular a bellas jóvenes  entre vivaces colores. Charlamos sobre lo que podríamos hacer esa tarde. Nos sentamos entorno a una mesa bajo paragüas rojo y blanco, junto a aquel recoleto kiosco con aire mudéjar, para tomar unos refrescos y apagar la sed bajo aquel sol de junio. Allí decidiríamos.

Al fin llegaron y tomamos un refrigerio. María planteó ir al cine de arriba donde ponían una comedia americana. Lucy prefería dar unas vueltas y por la tarde noche bajar al Puerto a una discoteca. Ernestina se negó rotundamente y dijo que ella no podría ir. Maribel preguntó que preferíamos nosotros que tal vez coincidíamos. Al final Pedro logró lanzar una interesante propuesta. Podíamos dar unas vueltas a la plaza, subir hasta San Juan y acercarnos a un baile que había aquella tarde noche en el club juvenil. La idea ganó adeptos rápidamente entre todos. La plaza parecía una noria sobre la que girábamos con el fluir del tiempo. Al final marchamos jocosos. Nuestros ánimos preveían el placer con los nuevos rock and rolls .Y la tarde se vivió entre el murmullo, el calor por los ritmos y la cercanía de aquellas chicas. Luego….

Hoy volví a la Alameda trás pasar unos largos años en el extranjero.  La plaza hoy me parece algo más triste, los colores vibrantes de otros tiempos se difuminan y sin querer, las palabras quedan ocultas y no suenan como las campanas de la espadaña cercana. Los recuerdos me invaden. Pero, de pronto, vuelve el toque de luz, la claridad del cielo azul, el retorno de la esperanza. Deambulo lentamente y se acercan a mi memoria los rostros de aquella pandilla de años atrás. Las miradas de algunas jovencitas me recuerdan a mi amada Maribel. Pero sigo en el camino y mis ojos se pierden en la lejanía del Océano. Vuelvo a caminar mientras un pequeñajo pasa con su bicicleta azul. Una niña rubia corre para atrapar el globo huído y un grupo de chiquillos vuela hacia el estanco…

José Luis Sánchez

13 de septiembre de 2010

Final...


Se acercó con prisas, le  abrazó energicamente, le dió un beso de película y le disparó. Aquel  cuerpo de mujer cayó con su gravedad. Estallaron encendidos aplausos,  mientras caía el telón.

6 de septiembre de 2010

Hiperbreve...

                                                               

                                                             SÍ.



Nota: imaginar la historia, si existe.

13 de julio de 2010

Un parón...

Sol,
calor,
humedad,
neblinas grises
en el atardecer leve
desde el que fluye la esperada llama
de esta nueva estación que caldea
nuestros huesos y  pensamientos.
Toca un tiempo de descanso,
de entrega a otros sones,
a otros sueños bañados
de cervezas frías,
o de otras esperanzas.
Toca gozar del estío
entre aguas cálidas
bajo sombras frescas
o bajo la candela solar
que alumbra hacia otros días.
Llegarán otros soles,
otras noches llenas de lejanías
y de sueños perdidos 
entre el marasmo  de nostalgias
convertidas en sorbos
de verano.

¡Feliz Verano...!



30 de junio de 2010

Otras Breverías...

El horizonte llena el mar de reflejos del hoy, del ayer y del mañana.

Vivir sin convivir es morir.

Dicen que alguién dijo:" Solo sé que no sé nada"
Otro dijo:" Solo sé que nada soy"
Otro dijo:"Nada sé y nada soy"
y otro más dijo:" Nada soy y a la nada voy"
Y yo digo:" Soy, pero soy nada, eso sé, eso soy"

23 de junio de 2010

Breverías...del camino.

Los obstáculos en el camino son como la sal en el mar.


Miré al horizonte y supe que desde allí partía el inicio de mi camino.


¡Cuántos encuentros en el camino solo fueron desencuentros!


A mitad del camino no sabes si andas o desandas.


A veces tú eliges el camino, otras el camino te elige a tí.

18 de junio de 2010

Desde la ceguera...

In memoriam                         a Saramago         desde mi ceguera

Caminé entre sombras
y me convertí en una de ellas,
que no hablaba, que apenas veía
en ese oscuro mundo.

Caminé sin rozar
con la evidencia de ese sueño,
sin sentir la extraña presencia de su sones,
no vislumbré sino un vacío
tras la ceguera de mi rostro.

Y entre los ojos apagados
nació una nueva luz que iluminaba
el camino,
un sendero abierto entre tormentas
al son de mil relampagos que surgieron de otros cielos
y caminé entre las sombras
en busca de otros fuegos.

Desde la oscura caverna del abismo
emergió un sinsabor de noches quejumbrosas,
y entre el hastío sin lunas
brotaron nuevos ojos que amamantaron la sed
de otras fronteras.

Y la ceguera encendió otras luces
a pesar de la incompresión de esta ceguera.

14 de junio de 2010

De Romería


Cantos,
guitarras,
tambores, timples,
folías y malagueñas,
romeros cruzando el camino abierto
hacia la ermita.
Recorrido lleno de sones,
 sol luminoso
hacia  otro mañana.

Suenan castañuelas,
ajijides , voces alegres
que vuelan e inundan el espacio
de vida y canto. 

Fiesta entre  coplas,
vino que mana y corre entre folías.
Colorido que baña  el ambiente
entre aromas de gofio y queso,
de papas y conejo en salmorejo,
y las carretas que viajan
al compás
de un nuevo día.
¡Viva San Isidro! ¡Viva!

9 de junio de 2010

La música interior...

Encontré una lectura que hablaba de la "música interior". Me gustó esa expresión. No sé de donde habrán sacado esa teoría, pero suena bien, no la música sino la expresión mas no entiendo bien qué quieren decir con ella. Dicen que para escribir se debe uno dejar llevar  por esa musicalidad personal que anida en cada  cual. Pero si no sé lo que es, ni la escucho y no la entiendo cómo puedo utilizarla y expresarla. No sé pero aquí hay mucho teórico que quiere vivir del cuento. No sé cómo se escucha esa hipotética música . Me da que pensar si hay que recurrir a un fonendo, a hipnosis, a psicoanálisis o no sé a qué recursos, pero yo sigo sin oírla. De todas formas si todos llevamos una música personal, se me ocurre pensar cómo podríamos formar juntos una buena orquesta si no sabemos qué tal suena cada una y cómo armonizarlas. En fin, aquí se me presenta un interesante problema.
Y si se refiriese a cómo es el mundo interior de cada uno, qué ritmo llevamos, cómo vemos las cosas individualmente, qué interpretación le damos a este mundo y a todo lo que lo integra. ¿Será eso? ¿Y cómo me entero yo si es así o no? Creo que de esta forma no llegaré a ninguna parte. Todo me parece más oscuro. ¡Y si ese fuera el sentido, y sin querer a lo largo de este episodio yo estuviera tocando mi canción y expresando mi música interior! La verdad que no entiendo nada. O acaso se refiere al tipo de música o de marcha que le va a cada cual. Sigo sin saberlo, aunque tal vez debería mantenerme callado, tumbarme en silencio, cerrarme los ojos e intentar escuchar qué resuena en mi interior. No sé si será un ritmo de Cha-Cha-Cha, de Rock, o clásico. Intentaré averiguarlo, pero no sé si me dormiré en el empeño. Ya veremos.

4 de junio de 2010

La vieja gorra...


                                          
No supo encontrar en aquella habitación oscura y bañada en naftalinas el viejo gorro de campaña, que cuando la Guerra de Cuba infló su corazón de ansias de libertades frente a los colonialismos imperiales venidos a menos, no supo encontrarla junto a las oxidadas armaduras de los antepasados que invadieron tantos territorios vitoreando a Santiago y cierra España, ni supo verlo entre las espadas toledanas que se compró hace tanto tiempo para aprender a blandirlas con destreza, no supo descubrirla entre los tirachinas con los que se divertía en sus aventuras en equipo a la caza de tantas especies voladoras o de las que se arrastran en cuatro patas y con  larga cola, en tiempos que matar bichos era toda una hazaña y divertimento, no un crimen ni un delito. Siguió en la espesura de tantos arritrancos del pasado pero no logró hacerse con aquel viejo gorro que tanto le salvó de los soles tropicales y de la voracidad de los mosquitos guerreros, que le acribillaron de noche y de día menos en su cabeza protegida, y no supo encontrar el viejo gorro, pero  logró recordar en la penumbra unos reflejos del pasado escrito con armas, siempre con armas de las que dejan huellas, y a veces, hasta las desaparecen de la historia. Y de repente, en esa búsqueda ansiosa halló y vio ante sí su propia mano,  aquella mano que siempre manejaba los artilugios de guerra y que era en sí misma la primera arma letal que usó para hacer desaparecer a hormigas,  mosquitos y toda especie que se movía que le molestaba o entorpecía  su camino o sus sueños…. Al fin, entre los recuerdos apareció un pasamontañas perdido entre las malezas del cajón, a su lado el viejo gorro de campaña, mugriento y vacío de sueños,  lo miró con alegría, lo colocó en su testa con destreza y retornó a la calle a lanzarse a nuevas hazañas, hazañas de todos los tiempos,  desde aquellos primeros  tiempos de la vida.

27 de mayo de 2010

El mar del olvido... I

  No sabía lo que hacía. Su mente se disparaba por segundos. Una sensación de locura invadía su cuerpo y todo le parecía acelerado a mil por hora. Desde que dejó a Ingrid, abandonada en la calle negra y oscura, no volvió a recuperar su lucidez. Las bebidas ingeridas en aquel cutre bar, donde las chicas de la barra hablaban como cotorras y pedían bañar su garganta con champagne, le dejaron fuera de juego y para colmo tomó pastillas, que le trajeron como un buen obsequio. Poco a poco se fue disparando y su mente se parecía a una olla a presión desde donde emanaban efervecentes deseos. Se echó a la calle y la dejó allí perdida entre aquella jauría humana, que pastaba en la noche, que flotaba entre los vapores de miles de pestilentes sueños. Corrió entre el marasmo de los olores fétidos y los ladridos de famélicos perros negros con manchas blancas. Siguió hacia el puerto pues intuía que en aquellos aledaños del mar su dolor  y su nausea podía nrecuperarse. Caminó rápido y miraba atrás temiendo que alguien podía estar persiguiéndolo. A lo lejos entre las pocas luces de aquel barrio porteño se perfilaba la silueta parda de un mar lleno de barcazas. Corrió sin descansar mientras su cabeza se arremolinaba. Perdía la claridad y su boca se secaba como un esparto seco y yerto.
Al fin, pudo alcanzar la orilla. Las lanchas parecían temblar al ritmo de sus pulsaciones estrepitosas y el torbellino de su corazón bombeaba a mansalva. Se acercó con las tinieblas de sus ojos hacia el posible lugar donde podría estar John, esperándole. Saltó con un tras pies y cayó dentro. Despertó a los tripulantes que brincaron y aparecieron con armas apuntándole. “Soy yo, guarden esas pistolas” –dijo, con una voz ronca y torpe. Mathews lo cogió y le llevó al interior del camarote. Sus ojos ya no podían mantenerse abiertos y pidió que le acercaran una bebida para que le ayudase a vomitar. Quería echar fuera toda aquella metralla que le había perforado la razón y los sentidos. Pudo imaginarse a Ingrid, tendida y abofeteada en la miseria de aquel barrio perdido en la estrechez del barrio chino. Pero cayó rendido. 
               
Continuará...


23 de mayo de 2010

Baño de Naturaleza...II


Preparó sus bártulos y partió a hacer la travesía. Una mañana diferente se abría ante sus ojos. Una ansiada incorporación en el mundo real con sus bellezas y sus contrastes le podría despejar nuevos sentimientos que hincharan sus pulmones de otros aires plenos de vitalidad. 
Partió hacia la Caldera. Se bajó en Aguamansa,  y fue a recargar algunas viandas y una botella de agua. Charló con la mujer que regentaba el bar y comentaron los efectos del último huracán que invadió por la noche el Valle. Ella contaba como desde su casa se oían los violentos soplos  con aquel aire seco y avasallador que rugía de cumbre hacia el mar con una fuerza inusitada y votaba a toda la arboleda que encontraba a su paso. Exclamaba que nunca había escuchado ni vivido algo similar. Contaba como el miedo que sintió le hizo esconderse y gritar. Era curioso, pensó él, que aquello hubiera acontecido simultáneamente a sus pesadillas, mientras veía en sueños esa escalofriante sensación que le fue atenazando.
 Y de nuevo, partió por los caminos en busca de su incorporación en las entrañas de la Naturaleza. Caminó cámara en mano, buscando en su trayecto todo aquello que la Naturaleza le pudiera mostrar para reencontrase consigo mismo y como parte integrante de ella. Cruzó barrancos llenos de altos y frondosos árboles, con una rica muestra de vegetación correspondiente a aquella altitud, mientras  oía  el canto de mirlos, y pinzones, de canarios y capirotes junto al vuelo raudo de unas aguilillas. Observó la hierba verde y los musgos frondosos en los laterales de las paredes abiertas tras los caminos, la silueta de los castaños que empezaban a retoñar, los campos llenos de flores silvestres que embaucaban su sentidos y le hacían recuperar de sus ponzoñosos sueños pasados.
Caminó y caminó a buen ritmo y con la mirada atenta en todo lo que se ofrecía ante sus ojos. Y le pareció escuchar una cascada de agua que le recordó un mundo salvaje y primigenio. Sonaba el estallido de las aguas contra los riscos  y se acercó a aquella Naturaleza virginal. Sintió un fuerza interior que le impulsaba a lanzarse bajo aquellas aguas frías y cristalinas. Se quitó todas las ropas y se abalanzó  hacia ellas, que caían llenas de vitalidad sobre aquel cuerpo que recobraba el vértigo de una vida nueva.  Aquellas cascadas le libraban de todas las pesadillas y le devolvían a un reencuentro consigo mismo y sus orígenes.

Un canto de libertad brotó desde lo profundo creando un eco contra las paredes de las montañas cercanas  donde nacían las fuentes y manantiales. Un estampido del paisaje estalló y todas las especies revolotearon a su alrededor. Los colores limpios y claros  lucían por todas partes. De pronto, despertó de aquel nuevo sueño que le había llevado a vivir otros episodios de aventuras lejanas y silenciosas, pero esta vez llenas de sensaciones de libertad y de Naturaleza. De nada servían las fotos frente aquellas vivencias soñadas.


18 de mayo de 2010

Baño de Naturaleza...I

                                                                  

Sintió en su boca un amargo sabor como un extraño gusto a hiel que desfiguraba su rostro. Despertó de una noche larga y pesada. Como perdido buscó la ventana, la abrió de par en par y pudo vislumbrar una mañana limpia y clara. La luz le rompía sus pupilas y encandilaba su mente, aún turbia. En su cabeza se mezclaban ráfagas de las imágenes de los sueños pasados y del nuevo amanecer del día. Realmente no estaba seguro si aún vivía una ficción o si pisaba en la tierra de lo cotidiano. Era como un combinado con fragmentos de ambos mundos..

Fue recobrando conciencia de su nuevo estado. Fue tomando conciencia de su nueva realidad y le crecían unas ansias de echarse a la calle y reencontrarse con aquel mundo luminoso y concreto que veía desde su casa; allí las montañas verdosas por los pinos, los campos marrones y verdosos, los cielos azules y aquel volcán que emergía como un gallo gigante lanzando sus crestas hacia las alturas. Para terminar con aquella absurda pesadilla que anoche cruzó por sus sueños, pensó que lo mejor sería darse un baño de Naturaleza.

Y decidió que lo ayudaría una salida al campo, una caminata larga y espaciosa entre árboles, olores a tierra, entre los ladridos de perros o el canto de los pájaros podían revitalizar sus flacas energías y sus maltrechos impulsos. Sí, cogería su cámara para dejar constancia de las bellezas que estaban al alcance de sus objetivos. Así podría ser testigo de esas imágenes hechas de realidades coloristas que llenarían su corazón de renovados sentimientos. Tal vez así recobraría una esperanza para apartar de si aquellos extraños sueños que dejaron su pensamiento enfrascado en malos augurios.

6 de mayo de 2010

La Noche (II)


 No podía soportar los latidos de las venas por su cabeza, el embate de aquella sensación de opresión que le apretaba y le mordía. Sus manos heladas y cortantes se aferraron a su cabello y se frotaron en busca de calor y sosiego. Caminó titubeante. Caminó lentamente mientras una leve luz emergía cansina y débil tras unas nubes de algodones de asfalto. Aquella pequeña claridad favoreció que vislumbrase los cipreses del camposanto como si fuesen capirotes penitentes. Un búho voló presto y se fue a colgar de la copa puntiaguda del más alto.  Desde arriba oteaba el entorno al acecho de una presa. Su sonido se escuchó, mientras los ladridos llorosos de unos perros llegaba desde lo lejos presagiando alguna muerte. Se hizo el silencio profundo. No  oía  los latidos de su corazón, ni el leve respiro del miedo. Sintió un horror descomunal como el pánico de la oscura noche.
No sabía qué hacer. No sabía cómo continuar y salir del angosto miedo que inundaba su cuerpo  y su alma erizada. Se sentó como pudo sobre una piedra  tirada junto a otros  restos del viejo molino. Miró al cielo que seguía opaco como manchones de tinta china. No pudo más. Su vida peligraba. El frío intenso, el pánico atroz que tenía metido en todo su cuerpo aceleraba su desesperación. Cayó rendido como un perro famélico, dando vueltas sobre sí mismo hasta que logró tumbarse y, al fin, encontrarse  en un nuevo sueño.  
     

3 de mayo de 2010

La Noche (I)


 Nunca pudo sospechar que en la noche dejarían de brillar las estrellas y mostrarían aquel firmamento sin destellos. Caminó sonámbulo entre las casas oscuras como cuervos engalanados por sus atuendos sin luz. Caminó a su paso entre las  piedras oscuras que pisoteadas clamaban canciones de dolor y angustia.
No dejó de mirar alguna vez hacia atrás, temiendo que una señal oculta entre la negritud del silencio se asomara de repente y encandilase su miedo. Un gato azabache y negro maulló con el sonido chillón de un crío golpeado, brincó como un lince hacia el muro donde los verodes se aletargaban a la espera de otra mañana llena de soles. 
Y sobre aquel muro tiznado como el carbón, una pequeña cruz de madera crujió con un chirrido hiriente que ahuyentó cualquier rastro de sombras. Él continuó, perdido en el marasmo de su duda, se acercó al borde del barranco por el que  bajaban las turbias aguas desde las cumbres gélidas. Sintió que su sangre seguía fluyendo con otro ritmo  lento y frío. El ruido saltarín de la corriente sobre las rocas y el arrastre de tantos escombros y miserias le llevó a una pasión llena de engaños.

30 de abril de 2010

Garabatos...

Dejas libre tu mano y el lapiz se mueve con su ritmo y comienza a describir garabatos que tienen ciertos rasgos
exóticos. Transmite un estado momentaneo que queda caligrafiado sin obligaciones, ni durezas. Una curiosidad más ...

24 de abril de 2010

Caligrafía dibujada...


Con las celebraciones del Día del Libro, he visto un stand de una asociación que fomenta la adopción de niños/as y de la cultura china. Entre sus libros varios de la lengua, de la historia, del teatro y de la caligrafía. Curioseé en ellos y me sirvió de entretenimiento simular palabras con rasgos pictograficos de esas tierras lejanas ...

14 de abril de 2010

Vitaminas...

Y para ayudar a la Primavera nada mejor que unas buenas frutas para seguir recargando vitaminas que tanto necesitamos.

8 de abril de 2010

Regalo envenenado...


Y siguen con sus manejos.

6 de abril de 2010

29 de marzo de 2010

De parte...



Los tiempos parecen que se paran y nos traen recuerdos del presente continuo...

26 de marzo de 2010

En el estudio...

Mirabamos al frente y veíamos aquel artilugio casi totalmente tapado. El fotográfo, medio escondido, nos llamaba la atención. Nos decía: "Quieto, un pajarito" y el fogonazo de la lámpara, de no recuerdo como se llamaba, iluminaba todo el estudio. Ya desapareció toda aquella magia de la vieja fotografía, pero aún con las nuevas cámaras y con los tratamientos de la imágenes con los programas digitales persiste el sabor de un mundo de fantasías...

25 de marzo de 2010

Piano...

http://www.piano-midi.de/midis/chopin/chpn_op66.mid 

Suenan sus acordes al rozar las blancas y negras, mientras se pisa levemente los pedales y se esparcen por los aires notas plenas de armonía.

24 de marzo de 2010

De la Música...


Ese arte que se lleva en el alma y surge através de la pasión...

23 de marzo de 2010

Y al final...

una gran explosión dio al traste con aquel Mundo, viejo Planeta azul.

Y, parece ser que con esa explosión se creó un nuevo recorrido para la vida...¿?

21 de marzo de 2010

Y la Tierra...


  se vió  amenazada, supo que algo interfería y la ponía al borde del abismo ...

17 de marzo de 2010

Y la Tierra va...



Gira el Mundo en su espacio sin fin, con ...                                                     

16 de marzo de 2010

Mundobolo...

                                                   
"Hasta el Infinito o Más Allá"...

15 de marzo de 2010

Algo queda...

Todavía podemos ver desde las entrañas de la cueva.

13 de marzo de 2010

Adiós...


                Siempre quedará algo de su vida, de sus pensamientos en el recuerdo.

12 de marzo de 2010

Dilema...

Siempre le asaltaba un dilema existencial, incluso ante como se escribía "la duda".

10 de marzo de 2010

Por el aire...

Y poco a poco se diluye entre los aires.

9 de marzo de 2010

Cambio climático...


                                                   
   Publicidad para algún lugar de éste Planeta...

8 de marzo de 2010

5 de marzo de 2010

El distraído...

 
Pasaba el tiempo de clase distraído, perdido entre las musarañas.A veces, se concentraba un poco en los versos de los poetas, pero apenas atendía a los latines, no entendía las matemáticas y, menos, a la física. Su mundo estaba en otras galaxias más cercanas. Por su pensamiento pasaban, sin cesar, las ganas de perderse entre los árboles, correr por las praderas, subir a montañas  entre el aire fresco. O tumbarse  entre las hierbas  de la nueva primavera, bajo el canto de pájaros silvestres y dejando su mirada en el lejano paisaje.
Otras veces se imaginaba en el mundo mágico de aquel fotógrafo de barbas blancas, de caracter amable, a veces cascarrabias, preparando el estudio y los materiales para las personas que vendrían a sacarse los retratos de familia, el carnet de estudio o de conducir. Entre las cámaras escondidas por telas, en medio de los paraguas y de los focos, se creía un colaborador en la transformación de la piedra filosofal. 
Otras veces se sentía como en el Olimpo corriendo tras los balones para encestar en las mismas canastas de las diosas. Cultivaba la gimnasia y la "magnesia." Se imaginaba a caballo persiguiendo a las Ninfas. Se mecía  por el vinoso mar cantado por Homero. Navegaba por lejanas civilizaciones llenas de sorpresas y sueños.
De pronto, un fuerte coscorrón  caía sobre su cabeza y le recordaba  la realidad. Sus compañeros reían el comportamiento absorto de aquel mozalbete que creía que el mundo estaba hecho para otras quimeras. Regresaba a la vida cotidiana, pero al menor descuido se deslizaba, de nuevo, en busca de otros mundos . Esta forma de ser fue una constante en su vida. Aún no la ha perdido del todo. Cree que  esa actitud le salvó de la quema... 

3 de marzo de 2010

En un vacío...

 

Se quedó abstraído en un vacío
sin dimensiones, ni  sueños.
No pudo regresar al manantial
del que brotaban ilusiones.

Se encerró en su silencio,
mientras la luna 
dejaba su llanto
para que regresaran
las golondrinas
con sus aleteos
 y pirihuetas.

Entre el humo volátil,
la cabeza cansada
y la imaginación perdida,
esperó la llegada
de un  nuevo horizonte.

26 de febrero de 2010

Alerta Viento...















Viento huracanado.


Vi
al sol
ponerse,
mientras crecía
viento fuerte batiendo
sobre las casas, los sueños, las quimeras.
Y trajo mundos de pánico,
miedo y gritos
constantes.
¡No más!
¡No!



Está previsto para esta tarde noche un temporal de viento.
¡Ojalá, pase sin dejar daños!

18 de febrero de 2010

En noche...

En
noche
bañada
por otras lunas
se oyen latidos,
amores, soles sedientos
de tierras llenas de rocíos nuevos.
Y descargan otras nubes
lluvias de cristal
que mojan.
Tuyas
son.

11 de febrero de 2010

Del Naciente.



                           

   CREACIÓN                                 


           Dulce musa que runrunea  la mente,
           tan pronto  ilumina, ahora  viene
           y la imaginación no se detiene
           hasta apresar su icono del naciente.


           Y rápido irrumpe cual torrente,
           así ágil corre y ya conviene
    capturar esa creación que deviene                    
           en forma y esencia, al fin, presente.


           Sublime idea atrapada, cogida
           en vuelo en su espacio abierto,
            y que te acerca a otra amanecida
 
           en imagen de ensueño ya despierto 
           a otra fantasía  sugerida,
           que renace de  otro mundo incierto.



7 de febrero de 2010

Vamos...

En camino

Me asombra cuando te miro
en camino, en campaña,
en este absurdo destino
luchando en dura batalla

Adelante con buen tino
mientras mis oídos aguardan
el sendero, el camino
a tierra que nos alcanza.

Paso a paso por las tierras
de luces y de añoranzas
entre colinas y sierras

que ante nosotros cabalgan,
en busca de otras guerras,
soñadas con esperanzas.

4 de febrero de 2010

En el Valle...



                                     Valle de CYAN


                                  Inclinado plano
                                  Hacia mares y cielos azules
                                  En sublimes matices
                                  De Cyan.
                            
                                  Níveos puntos de brumas
                                  Y  de rompientes olas sobre la ardiente silueta
                                   De lávicos peñascos.
                            
                                  Reverdece la flora
                                  En sus genuinas formas
                                  Y cubre su manto montañas y praderas.

                                  El amarillo radiante
                                  Inunda el espacio,
                                  Y reverdece la vida
                                  Entre los sonidos de un tiempo
                                  Que fluye sin parar.
                                                                      


1 de febrero de 2010

Pasos a otros soles




Estrella,
deja que la Luna
te acompañe
por el camino nebuloso
de otros cielos.
Deja que siga el sendero de la vida
abriendo pasos a otros soles.


Y desde las distancias y los sueños
ven de nuevo a buscar otras amanecidas
llenas de luz nueva.


Solo en el sendero de esperanza
puede  la verdad alimentarse
de otros sueños…



28 de enero de 2010

Esperpentos... y otros milagros



Recientemente  TVE hizo un homenaje a Valle-Inclán con una original representación de tres obras del autor. Mostró  su visión esperpéntica de la vieja España.Todos sabemos que esos esperpentos aún siguen mostrándose cada día en la España actual.
La lectura de "Divinas Palabras" en la década de los sesenta me impactó. Por aquellos años hice unos dibujos de D. Ramón. Los  he reencontrado y el  hallazgo en "el baúl de los recuerdos" me da la oportunidad de mostrar mi admiración a este gallego universal.


 

25 de enero de 2010

Figuras...





Las pinceladas van llenando espacios vacíos y aparecen formas nuevas que ofrecen un mundo de color. Figuras humanas que muestran una dimensión distinta a la que ofrece la fotografía. Estan ahí en el block de bocetos y garabatos que buscan un autor.