19 de noviembre de 2011

Papel...

Una papeleta blanca. La miraba sin cesar, mientras la analizaba de arriba a bajo,de derecha a izquierda, de allá para acá y  en todas las direcciones. Era tan ligera, tan pequeña cosa, pero decían que podía mejorar el futuro. Habían hecho millones y millones, las enviaron a las casas acompañadas por unas misivas invitándoles a que las colocaran en el lugar oportuno el día señalado. Decían que de ellas dependía salir de aquella situación casi catastrófica.

La papeleta llevaba inscrito nombres de mujeres y hombres, algunos desconocidos, otros que sonaban. También aparecían unas siglas. En fin, una auténtica reliquia. No sabía que hacer con ella. Si llevarla y votarla donde le sugerían o tirarla al cubo. No entendía como de aquella hojita, con letras en mayúscula, podía depender nada de nada. Al fin, siguió con ella en sus manos hasta que cumplió con su incosciente. La usó y la tiró dentro. Se sintió más aliviado.