27 de diciembre de 2011

super 8

 Ya es pasado y atrás queda. Unos primeros pasos en el super 8, que se recuperaron tras muchos años durmiendo en el olvido. Hoy reaparecen.

19 de noviembre de 2011

Papel...

Una papeleta blanca. La miraba sin cesar, mientras la analizaba de arriba a bajo,de derecha a izquierda, de allá para acá y  en todas las direcciones. Era tan ligera, tan pequeña cosa, pero decían que podía mejorar el futuro. Habían hecho millones y millones, las enviaron a las casas acompañadas por unas misivas invitándoles a que las colocaran en el lugar oportuno el día señalado. Decían que de ellas dependía salir de aquella situación casi catastrófica.

La papeleta llevaba inscrito nombres de mujeres y hombres, algunos desconocidos, otros que sonaban. También aparecían unas siglas. En fin, una auténtica reliquia. No sabía que hacer con ella. Si llevarla y votarla donde le sugerían o tirarla al cubo. No entendía como de aquella hojita, con letras en mayúscula, podía depender nada de nada. Al fin, siguió con ella en sus manos hasta que cumplió con su incosciente. La usó y la tiró dentro. Se sintió más aliviado.

 

26 de octubre de 2011

De Valéry

 Ayer me encontré con un libro de Paul Valéry "Corona &Coronilla" 
poemas dedicados a Jean Voiler, seudónimo  con el que escribía Jeanne Loviton.
Versión española de Jesús Munárriz, en poesía Hiperión.
Allí pude leer una rica variedad de poemas amorosos. Me agradó, en especial,
este fragmento de su poema:

ALLÁ, EN EL  CREPÚSCULO
.......................................................................
... en esta hora que muere en un sauce que tiembla,
en que se ama en silencio y como ya en recuerdo,
tanto el amor se hace alma y la carne se hace sombra,
mas sombra palpitante, ebria por sostener
un instante infinito, delicioso y sombrío
momento de diamante que vale días innúmeros
y nos muestra el presagio de nuestra inmensidad,
entonces, apretando nuestras manos unidas sobre tus rodillas
sabemos que sus fuerzas se responden en nuestros corazones
y dejamos subir nuestros más dulces peldaños
por la necesidad suprema de fundirnos...

                                                      26 de julio de 1943






,

22 de octubre de 2011

De reojo...


Miraba, de reojo, como la realidad se transformaba día a día. Los nuevos acontecimientos
le dejaban más perplejo, extrañado y escéptico. Todo parecía seguir su ritmo natural, aunque 
percibía unas raras sensaciones
al contemplar el fluir de la vida. 
Se insinuaba la presencia de una  fuerza que  imantaba y predeterminaba el sendero.

18 de octubre de 2011

Zzzz...zzz...

No logró despertar de aquel sueño. Por eso, seguía dormido o haciéndose el muerto.

17 de octubre de 2011

Hondos...

Desde lo profundo suelen salir los hondos sentimientos y los magmas que, a veces, arrojamos.

16 de octubre de 2011

En directo

A través del televisor seguíamos paso a paso la posible llegada de un nuevo nacimiento. Todo el mundo estaba pendiente de los sintomas que daba la Naturaleza parturienta. Todo parecía a punto para ver pronto al retoño. Se acercaba lentamente. Era una crónica de una nueva vida que aparecía desde las entrañas profundas. El tiempo trascurría dando paso a una espera cargada de incertidumbres. Y desde aquel mar de calmas, el despertar de un nuevo volcán, aparecía  vislumbrarse,  ante nuestra atónitas miradas.

12 de octubre de 2011

Pequeña...

Allí estaba en el cuarto semi oscuro. Sus articulaciones se volvían lentas, torpes. No obedecían, como antes, a las órdenes del cerebro. Parecía que algún mal se apoderaba ,lentamente, de ella. Se la notaba más pesada, y menos dúctil.  Desde hacía algún tiempo mostraba una actitud hostil. Y eso que el mundo seguía enseñandole maravillas, plagadas de colores, de armonía, entre aquel marasmo de luchas y diatribas.Ya no reaccionaba ágil, diligente, sino como si se hubiese interpuesto un extraño malestar, un duro cansancio y un mal destino.
Pronto, su energía  no llegaba fluida y ligera. No respondía a sus estimulos, porque había fallado su sistema de riego.  Indicaba ciertos presagios oscuros. Tal vez, todo era una predeterminación impuesta desde el momento de ver la luz. Tal vez, como todos, tendría una fecha de caducidad, un momento para el retiro, quisiese o no. Había llegado el momento en que fallaba continuamente y se preveía un agónico desenlace.
Ella que había crecido entre largos  paseos, que había  viajado por espacios tan diferentes, por  tantos Continentes. Ahora, languidecía. Se mostraba lenta, temerosa de no poder continuar en su tarea. Notaba que él se resistía a perderla. Sabía que le hacía falta, pero se daba cuenta que  él la quería, que la echaría mucho de menos, aunque siempre pudiese conseguir a otra más nueva,  más moderna, pero ya nada sería igual. Poco tiempo después, aquella pequeña Olympus quedaría inutil entre sus dedos.

8 de julio de 2011

Sangre de toro...


Se fue a los sanfermines en busca de jolgorios y alegrías. Se encontró con la estocada de un asta de toro en la calle Estafeta, corriendo ante aquella manada que huía hacia el encierro. Tocaron las campañas, reventaron los cañones y corrió la sangre de toro entre las miradas atentas al paso de las bestias...

27 de junio de 2011

Es...

Una nueva  materia cayó en sus manos. Titubeando logró conocer algunas de sus propiedades. Era facilmente moldeable y se dejaba llevar por el tacto de unos dedos que caminaban descubriendo un nuevo latir. Era más frío, más impersonal, pero poco a poco fue mostrando algunas de sus posibilidades. Comenzó a enseñar texturas, volúmenes, formas en relieve con un aspecto novedoso. No era plata, ni platino, ni cobre ,ni acero, ni aluminio, Solo era un ligero estaño que permitía una nueva forma de expresión, aunque más callada, austera y seria. Muy diferente al barro del que estamos hecho. Tal vez con el verano le aparezca  más vida. 

4 de junio de 2011

In-out


Aunque no lo aparenten muchos estan con la soga al cuello y se nota en sus gestos el malestar.  No es para menos. Hoy lo he comprobado en la plaza del pueblo ante la mini concentración de jóvenes que se sienten defraudados por tantas mentiras...Era de esperar.

30 de mayo de 2011

Primavera

Un paisaje cerca de Vilaflor


Por mayo, la naturaleza vuelve a lucir con sus multiples colores y nuevos aromas. Las flores renacen vivarachas expandiéndo sus galas y mostrando todo el esplendor de sus encantos. Terrenos abandonados de las labores de labranza son reconquistados por  las "amapolas californianas". Creo que se llamaban así.

Junto a edificios típicos, testigos de tantas historias, aparecen, crecen y dan un toque primaveral al paisaje. Un canto a la vida que sigue su curso a pesar de tantas desgracias.

21 de mayo de 2011

Jardin de fuego


                                                                                                             

  Y con fuego se escribió el nuevo camino de sus vidas. No sabían si duraría el trayecto, pero bien marcado aparecía el devenir. Comieron de la fruta y refrescaron sus bocas, un dulce paladar les bañó. Algo nuevo empezaba. Mucho tiempo en la espera y al fin, juntos partieron en busca de un nuevo jardín. No se podía soportar más aquel silencio. Una  esperanza había abierto las puertas. Bajo los adoquines se volvía a oir el sonido del mar...


14 de mayo de 2011

...si muove.


La Tierra se mueve en su subsuelo, todo se agita bajo un lamento y llanto. El quejío se escucha bajo el firmamento de Lorca.

7 de mayo de 2011

Es cultura...

Video sobre la Exposición del Día del Libro en la Biblioteca Municipal de La Orotava sobre "Miguel Hernández a través de la Prensa"
con muestra de pequeñas esculturas realizadas por José Luis Sánchez.



29 de abril de 2011

Atrevimiento

Dicen que expuso varias pequeñas esculturas en la Biblioteca. Parece que es una broma. Nadie sabía de esas aficiones y habilidades suyas.Pero no sabemos como se atrevió a dar el paso. Está claro que se tiene un poco de arrojo o tu trabajo queda en el vacío. Lo cierto es que ayer estuve por allí.
La sala dedicada a la exposición  titulada " Miguel Hernández a través de la Prensa" aparecía acogedora, La madera de sus pisos, los estantes llenos de libros, las ventanas grandes y revestidas de madera de tea creaban un ambiente muy entrañable. Y allí unos paneles anunciaban datos biográficos del poeta de Orihuela, con diferentes fotos del autor a lo largo de su vida.
Varias mesas vitrinas exponían las diferentes fases de la trayectoria humana del poeta. Y acompañando a textos, periódicos de la época, la revista Estampa,   que recoge la primera entrevista a Miguel Hernández a su llegada a Madrid. Otros periódicos como La Verdad de Murcia, El Socialista, El ABC ,con el parte del final de la guerra civil y los principales ejemplares que la Biblioteca posee con " Antología de Miguel Hernández" publicadas en 1949, o en 1952.  Otros ejenmplares como " El rayo que no cesa" y otras joyas literarias más.
Allí, en aquella exposición, aparecían las pequeñas esculturas. Acompañaban a aquellos textos y las vitrinas se complementaban. Se situaban en cierta relación con los contenidos de cada apartado en el que estructuraron el diseño de la exposición. En total fueron diez pequeñas propuestas de modelados con temas tan diferentes como la reflexión, el pensamiento, la duda, el ímpetu, heridas, amor, torso de mujer, sosiego. Temas muy comunes en la vida. Temas  que en este caso apoyan la obra de Miguel Hernández que con su vida dió testimonio de una asombrosa humanidad.
Pensó que había valido la pena  aquel atrevimiento. Exponer fue un reto. Puede que le estimule. Puede que halla servido para algo su trabajo en silencio.

9 de abril de 2011

Ilusiones...

Díscolo el joven aprendíz se escapaba de sus obligaciones. Se esfumó entre sueños y comenzó a probar en otros derroteros con el arte de tallar. Se quedó sin cajas, pero se atrevió a inmiscuirse en terrenos complicados que le atraían. Sus musas les llevaron a querer acercarse a otros espacios  A ratos, bajo el ritmo de las gubias, fueron apareciendo mundos que primitivamente iban mostrando  los bellos cuerpos y siluetas de otros ensueños. Las formas inventadas o atraídas desde otras realidades fueron cobrando su presencia, mientras él intuía nuevas posibilidades en sus golpes. Creyó verse reflejado en el viejo Gepeto y notó como aquellas figuras, aún en barruntos, iban desplegándose ante él. Al ir descarnando aquellas maderas los cuerpos femeninos parecían que tomaban vida,que se acercaban a una realidad más cercana. Pensó que pronto, por aquellas intuiciones pagaría y  el maleficio de aquella extraña percepción le traería alguna lección por su atrevimiento a emular oficios que desconocía. Pero no desistía. Cada nuevo trozo de madera, que conseguía  y que poco a poco iba reconociendo, le sugería una nueva figura envuelta en su interior. Y trazaba en ella  con el lápiz otra idea que se plasmaba en su  versión inicial. Borraba, corregía y retornaba a pulir el boceto. Lo veía en su cabeza, notaba su complejidad, su hermosura, veía los volúmenes en el cedro oloroso,  y se lanzaba a querer conseguir que aquella intuición cobrara las autenticas formas, la belleza del cuerpo femenino y su incipiente vida. Pero fatua ilusión. Sólo alcanzaba un lígero sueño de aquella belleza vista en su alma. Imaginaba a la pequeña figura  bailando en danzas orientales, o a aquella otra luciendo su torso ,bastante plano, debido a su ignorancia y falta de previsión. Gozaba en su hacer, y sentía la desazón de  no alcanzar su idea imaginada. No se daba cuenta que lo lograría con el tiempo, con el trabajo, con la fuerza de voluntad e ilusión que ponía en su tarea. Avanzaba más de lo que parecía, pero el ansia de lograr alcanzar  la belleza le quemaba. Y soñó escuchar la voz de Gepeto, estimulándole a seguir en la faena.  Los ejercicios iniciales eran un acercamiento al maravilloso mundo de las formas, de los volúmenes, de las sensaciones.  Quería encontrar en  sus tallas de madera un ligero avance.

29 de marzo de 2011

Boceto...

Había terminado los primeros ejercicios de talla. Sobre trozos de madera de cedro aparecían temas vegetales  y decorativos. Los iba dejando arrimados en el estante de la esquina de aquel cuarto oloroso a maderas nobles. No tenían más interes que el ser producto de un trabajo de aprendizaje con las gubias y buriles al ritmpo impuesto por los sones del mazo. Pero pensó que podrían tener alguna utilidad más  y mientras escribía en unas cuartillas, le vino la idea de reutilizar aquellos trozos labrados y construir algo nuevo. Comenzó a esbozar  bocetos de cajas muy pequeñas y decoradas con aquellos trabajos artesanales . Creyó encontrar uno elegante, vistoso, aunque tal vez demasiado recargado con tanta decoración, pero apropiado para mantener presente sus primeros pinitos. Buscó las medidas apropiadas, rediseñó su boceto y se imaginó como aquellas piezas talladas  volvían a tener otra  finalidad. Esta vez guardaría en ella  unos recuerdos: una orquidea, un dibujo de la parisina, unas siglas...unas palabras amables, y multitud de comentarios que le estimularon a seguir con ilusión  los días, llenos de horas y minutos, cargados de sueños  y de esperanzas. Se lo comentó a su maestro, le presentó su proyecto, pero al ver la expresión de su rostro supo que era imposible...

28 de marzo de 2011

Un arcón...

Lo vimos afanado con su gubia y su mazo. No paraba de dar pequeños golpes precisos sobre la madera que manipulaba. Los mazasos retumbaban en aquel taller donde seguía pasando el tiempo entre quehaceres manuales. Los olores del cedro aromatizaban el ambiente. Tenía bastante adelantada su tarea de bella ejecución y se veían sobre el banco de trabajo diferentes relieves tallados con gusto y arte. Pero no se intuía claramente cual era su finalidad y por ello, con cierto atrevimiento, le preguntaron qué pretendía,  si era para un arcón,  para una gaveta, o para qué. Torció su cabeza, movió levemente su mostacho y mirándonos fijamente exclamó: " Haré un arcón para guardar las cenizas". Nos quedamos perplejos. La verdad  no sabiamos que era tan fanatico del tabaco.

18 de febrero de 2011

Tallando....

Sus rostros mostraban placer y gozo.  En sus manos las gubias ahondaban el cedro y extraían nuevas formas. El olor de la madera abierta se expandía ante ellos,  bañándoles  con su aroma.  El maestro tallista pasaba de aquí para allá siguiendo el trabajo de sus pupilos. Eran ya maduros, habían dejado a tras los años de práctica del baloncesto, de corretear por las canchas de la isla en busca del enceste certero y de ganar alguna copa. Pero ya solo les preocupaba el disfrute de la charla, saborear unas buenas copas de tinto,  el recuerdo de otros tiempos y el nuevo aprendizaje de la talla. Allí junto al banco, golpeaban una y otra vez con el mazo de madera para extraer las líneas que formaban aquel dibujo abocetado sobre la pieza de cedro. En esto llegó la mujer de uno de ellos. Saludó al tiempo que  contemplaba el trabajo de aquellos hombres que como niños disfrutaban de su nueva afición. Uno de ellos dirigiéndose a ella  le dijo en broma: ”Dile a tú marido que te prepare el ajuar”.  “A buenas horas “ contestó ella mientras reía.  Su marido afirmó: “ mejor hacer  una lancha para pescar en las horas libres”. Y con sorna y humor negro contestó  el  de la gorra:” Si una lancha para preparar el viaje al otro lado”. Entre risas sarcásticas todos dijeron: “ Sí,  para preparar el próximo viaje”.

7 de febrero de 2011

Frío...

El aire frío que bajaba desde las cumbres le acertaba con sus flechas en su rostro. La cara se le ponía amarillenta y roja la nariz. Un estornudo cantaba el nuevo ritmo del resfriado que comenzaba a brillar en sus andanzas. Un ligero escalofrío se extendía por las extremidades de su cuerpo corpulento y temblaba. Achiiiissssssss. Una y otra vez.  Ya estaba cogido. Achiiiiisssss...Y no sabía bien como deshacerse de ese ingrato malestar. 
Una amiga le indicó que con un poco de vino de mora antes de acostarse y otro vasito en ayunas  podía aliviarlo. En unos día se recuperaría y volvería a sus andadas. Y así lo hizo. El paladar de aquella bebida era algo empalagosa pero pronto notaba el calor que entonaba su cuerpo. Y con la creencia en esa medicina folklórica pasó noches y días hasta que volvió a ver el mundo con otros ojos...Al final no supo si fue gracias al vino morado, al descanso acurrucado entre mantas y edredones, o si fue por la esperanza y la creencia en aquella medicina tradicional que le contaron. Lo cierto es que el resfriado tal como vino se fue...o más lento. Pero en su camino vio como otros caían  en el fatídico costipado invernal. ¿Habrá vino de mora para todos?  

27 de enero de 2011

De silencio...

Un tiempo de silencio se abre en la espesura. Y volverán a brotar los soles entre los cantos de las ranas que ven al Teide lleno de espumas..


                                                               Mármoles

Caminaba ensimismado entre los densos laureles que circundaban la plaza, y  la  gente bullía en aquella mañana dominguera. El resplandor lucía  en sus rostros mientras recibían los rayos del sol  de invierno. Les calentaba, y  entre el ejercicio del paseo o por estar sentados en los bancos acurrucados bajo el efecto de aquel  milagro tempranero, manifestaban su gusto por la vida. Él seguía a su paso, cuando  unos golpes comenzaron a sonar  cercanos. Eran los sonidos de los cinceles y los martillos que componían su canción repetitiva. En una entidad bancaria de la esquina, se hacían reformas y poco a poco la fachada comenzaba a mostrar sus interioridades. La piel verde, rosada  y negruzca que lo recubría caía hecha pedazos. Sorprendía un poco esa actividad en una mañana de día festivo, pero se veía la mano del capital que quería dar una nueva imagen en plena crisis.
 Los trabajadores, prestos y activos, continuaban con sus labores, mientras los paseantes  se fueron adaptando a aquellos sonsonetes agudos.  De vez en cuando, echaban una mirada hacia las obras, y se daban cuenta del poder de los bancos que aceleraban su transformación física en los exteriores, pero seguían con los poderes de siempre. Bajo su gorra, paseaba raudo sobre aquellas losetas pardas y entre las sombras de los ramajes casi pelados. Algunas hojas se veían aun en los suelos, testificando el paso del tiempo.
Continuaba inmerso en sus elucubraciones y anhelos. La edad pasaba por él, pero desde hacía algunos años se había introducido en una nueva faceta de su vida. Había dejado atrás su trabajo y comenzó la etapa de la jubilación. Pensó que era su momento de retomar y dar rienda suelta a sus impulsos creativos que le rejuvenecían y le hacía mirar  la vida con otros ojos. Se encontraba más vivo, atento a cada cosa que le inspirase, aunque a veces, sentía que estaba olvidando un mayor contacto con los demás. De vez en cuando recordaba a aquel personaje de una película de Ingmar Bergman, que  veía como su vida había estado marcada por su individualismo, alejado del calor humano. Recordó las escenas de aquel viejo que había descubierto que su vida estuvo ligada a su preocupación personal, a su entrega al trabajo, pero que había perdido mucho en las relaciones humanas. Y vio el resto de las secuencias que le produjeron una sensación de vacío.
 Volvió a escuchar el zumbido de las lascas del mármol  chocando contra el suelo pardusco. Entre el polvo se esparcían los pedacitos rosados, negruzcos o verdosos. De pronto cayó en la cuenta. Se acercó hacia la obra. Se dirigió al  trabajador que retiraba los despojos. Le preguntó, ante la cara perpleja del obrero, si podía llevarse algunos de aquellos trozos de mármol caído. Le dio el visto bueno, y comenzó a seleccionar algunas de aquellas piezas que iba escogiéndolas con esmero. A veces, las manipulaba, moviéndolas a un lado u otro, hasta encontrar la que era válida. Agachado, encorvado hasta el suelo seleccionándolas, mientras mucha gente que paseaba se quedaba extrañada al ver a aquel hombre, entrado en años, que parecía que padecía el síndrome de Diógenes al meter en una bolsa aquellos pedacitos de basura .
 Dio las gracias a los trabajadores, y marchó llevándose aquel regalo. En la casa buscó  aquí y allá. Fue colocando pequeños trozos sobre algunos muebles. Trajo algunos de sus nuevos trabajos y comenzó a colocarlos encima de los mármoles, rosados, verdosos o negruzcos. Cada obra fue encontrando la peana adecuada. Sus nuevos modelados parecían diferentes, más destacados sobre los nuevos apoyos. Las pequeñas esculturas se enriquecían con los trocitos de mármol tirados para lavarle la cara al Banco, hacedor de la crisis. Y su cara, cargada de barba blanca, y pelos deshilachados, resplandecía  ...

21 de enero de 2011

E/D escribir...

Ya estaba harto de describir escenas, acontecimientos, de hacer elucubraciones sobre temas tan dispares y lejanos. Creyó que había llegado el momento de cambiar. Debería enfrentarse a otra forma de hilvanar las palabras y  crear   mundos distintos. Pero no sabía si sería capaz. No tenía experiencia. Era una nueva faceta a la que no se había acercado. 
Por fin, pensó que si no lo intentaba nunca saldría de dudas. Por eso, se lanzó sin pensarlo mucho, y comenzó a dar rienda suelta a su impulso. Supo que las palabras que aquella máquina registraba, solo eran parte de una unión de pensamientos que se encadenaban de forma rápida y atrevida. No quiso ponerle muchos cerrojos a su libertad y vio como aparecía un nuevo caudal de experimentos. 
Las hojas blancas volvían a ser dibujadas, pero él no quería, ahora, dibujos, ni grabados, quería  escribir, narrar sobre algun hecho, pensamiento, historia interior de algún personaje real o ficticio. Tal vez, pensó, todos somos ficticios o tan reales como ilusiones de nuestros sueños. Incluso más, solo somos sueños de sueños. Esta elucubración le  recordó a Segismundo. Creyó que por ahí no tenía nada que hacer. Eso era meterse en un camino vedado. Esto no es lo mío, pensó. Y quiso volver a su tema. 
No, no era fácil ordenar las palabras, los pensamientos,  y estructurar poco a poco un alegato con sentido diferente al que hacía con frecuencia. Necesitaba un poco más de audacia, pero también  madurar las ideas. Así podría lanzarse a la aventura de llegar a lo cotidiano, a las preocupaciones cercanas, a los momentos que cada día asoman ante nuestros ojos. Tal vez, todo deba ir dirigido al ser más humano y estar más implicado en los conflictos que nos atenazan a cada uno. Dejar que la escritura traiga las palabras de los otros a traves de tus palabras. Darle diálogo o monologos a los nuevos personajes que aparezcan y dejarlos crecer hasta que se sientan  integrados en este espacio para la escritura. o hasta que mostraran  sus ideas, sus preocupaciones, sus vidas. Lo dejó así. Apagó el ordenador ( que palabra tan mandona) y dejó que su mente marchara por otros senderos...

17 de enero de 2011

De barro...


Cogió su regatón y marchó. Caminó por cordilleras y montañas, bajó por riscos y barrancos, cruzó valles cargados de primavera, Siguió por la ruta de los tiempos y llegó al mar. Un mar bravío, azul intenso salpicado de blancas espumas, le esperaba. Llegó a su orilla y vio como  el agua fría bañaba sus manos y sus pies llagados. Muy cerca encontró un objeto que resplandecía traido por las corrientes. Se acercó extrañado. Lo tomó en sus manos y pudo ver en sus cristales la imagen de una dama morena, de ojos tiznados de carbón, que se reía y reía, que le saludaba con sus manos en alto, mientras seguía en su periplo hacia otros mundos lejanos, llenos de hazañas y aventuras. Y comprendió, mientras aquel cuerpo de barro comenzó a romperse en mil pedazos. La musas se alejaban entre las sombras del volcán flotando sobre el ancho mar.

11 de enero de 2011

Al fondo de,,,

Vio su imagen clara y en tres dimensiones cuando era una niña que jugueteaba frente a la torre de homenaje del castillo. Las piedras enormes, oscurecidas por el musgo, se levantaban gigantescas.  A lo lejos las montañas que circundaban la amplia llanura en aquella mañana de invierno. Luego observó con mayor sorpresa como aparecían imágenes de otros tiempos. Por aquel espejo pasaban nuevas escenas con sus recuerdos infantiles y juveniles. Incluso se oía nítidamente el sonido de la brisa y la algarabía de los otros mozalbetes que compartían risas y juegos. Pensó que aquello no era sino un truco que utilizaron los artesanos. Tal vez, cosas de magia. Luego, ante su  atónita mirada, se encontró de regresó a su vida actual y se vio triste, seria, perdida en el camino de la vida. Dejó arrinconado el espejo que le trajo tantos recuerdos . Pero no resistió mucho y volvió con la curiosidad aumentada a mirar. Ahora  parecían adivinar un próximo futuro. Se vio caminando por las arenas rubias entre la brisa suave. El mar sonaba suavemente y las dunas se hacían y deshacían al ritmo del aire. A lo lejos apareció un extraño barco pirata que se acercaba raudo hacia la playa. Ella, sin miedo, se adelantó hacia la orilla y quiso partir rumbo a otras aventuras. Dejó caer unas lagrimas, que movidas por el viento,  las llevó hasta los campos áridos. Aquellas gotas de silencios  y tristezas  convirtieron el desierto  en un nuevo vergel. Desde la nave observó la inesperada transformación,  levantó sus manos y  el espejo se le cayó  hacia las profundidades del mar. Volvió a mirar cara a cara al nuevo día y su rostro lució en todo su esplendor entre el vaivén de las olas del ancho océano. 


FIN

9 de enero de 2011

Orfebrería

 Aquel día volvió a marchar por las tierras de la piel de toro. El invierno mostraba sus encantos y sus fríos. Las montañas teñidas de un blanco espeso se arremolinaban a su  paso tras las ventanillas del AVE. Por fin, se había decidido ir a visitar a los artesanos que, con unas manos de oro trabajaban la orfebrería , y  que con los conocimientos de los antiguos podían hacer unos espejos encantados. Probaría si era verdad esa fama o si todo era un embuste más. Viajó llena de esperanzas y de dudas. El paisaje se ampliaba ante su mirada atónita. Llevaba en sus manos un libro que le acababan de regalar  "Sunset Park". Lo leía y ,de reojo, observaba las mágicas imágenes de aquellos parajes nevados, llenos de misterios. De pronto, sintió la sana envidia de estar en aquellas playas amarillas del Sur. No era tanto por el agua salada, por las arenas melancólicas, sino por el soñado sol, que intuía bañando su cuerpo. 
Visitó a los orfebres. Les compró un espejo, que según parece, tendría esos poderes que le facilitarían ver  con otra mirada. De vuelta a su casa, junto a la chimenea encendida, lo tomó en sus manos. Lo acercó a su rostro delicado, sobre el que caía un leve rayo de luz. Miró con sigilo. Y la sorpresa inundó su faz con un inesperado sobresalto...

3 de enero de 2011

Tuerta o no...

Tumbado en la arena de la playa bajo un sol de invierno que calentaba como mandan los canones, pensé de nuevo en la esfinge de aquella dama misteriosa. No la recuerdo como tuerta, pero si se descubría en sus modos un cierto rechazo a enfrentarse abiertamente a un mundo de locos. Parecía que no le agradaba del todo andar por esos derroteros que nos han traído los tiempos nuevos. Mas no pensemos que va contracorriente y que se oculta de las verdades, bien al contrario, le gustan las cosas claras y el chocolate espeso con porras calentitas. Y cuando sale a la palestra, bien enfundada en sus principios, ataca con toques certeros. No teme a los molinos, ni a los que andan persiguiendo sueños ni quimeras, pero si le gusta al pan pan y al vino vino, aunque no sé exactamente si prefiere el blanco, el rosado o el tintorro. No se ha descubierto si es con alguno de ellos como mata esa vaga muestra de timidez que aparenta,, o si es tan solo un pretexto astuto para acercase sigilosa a entender mejor el terreno en el que se celebran tales lides. Cosas suyas. Bien debe defender sus estrategias. No le gusta enseñar todas las cartas, como a buen estratega, pero de todos modos es muy peculiar. Por eso, como apuntan por ahí, puede que en ello consista parte de su fuerza y misterio...Tiempo al tiempo y la esbelta, que miraba de reojo, seguro que ira mostrando su otra faz, como buena amante de la Luna.

2 de enero de 2011

De reojo

No sabía por qué motivos estaba siempre mirando de reojo. Con su caracter dicharachero, platicaba aquí y allá con cierto desparpajo. Se la veía muy bien dispuesta para andar por este mundo lleno de tantas martingalas. Tenía y tiene un espíritu ilustrado que desde sus luces encontraba aquí y allá motivos para sus diatribas. Su "talante" no tenía nada que ver con ese otro tan cacareado, puesto de moda y en solfa en estos tiempos de mediastintas. Lo cierto es que le encantaba requetemirarse en el espejo, mas no era por exceso de coquetería- creo pensar- sino porque mirandose a sí misma comprendía al ser humano en su integridad, con sus activos y pasivos, dicho con lenguaje de finanzas y de mirar balances de todo tipo. En fin, aunque no asomase la cara se la podría reconocer por sus batallas y dominio de la dialéctica con asombrosa maestría. Era y es todo una mujer con estilo, con su peculiar estilo.

1 de enero de 2011

Brindis

Miró con estupor como el nuevo día amanecía cargado con sabores de sueños y  resaca... Luego vio como desde la distancia se ofrecía un brindis  por un nuevo año intrépido y desconcertante. Le agradó el detalle y su recuerdo deambuló entre paisajes ignotos. La sed entre sus labios creció aspera, mientras el manantial  sonaba a lo lejos...Las horas seguían su curso, los minutos volvían a ser porciones de vida expandiéndose a cada paso...Soplaba el viento fuerte y supo desde donde brotaba, moviendo los cabellos negros que se derramaban sobre el bello torso desnudo de aquella esfinge sigilosa que se escondía tras el espejo...