En estos días de enero he vuelto a repasar algunos periódicos escritos en los inicios de la Democracia en La Orotava. Hablé en la entrada anterior de "Época" escrito por la A.J. Tauro. Hoy toca recordar la importancia que tuvo la iniciativa de un grupo personas con inquietudes culturales y sociales reunidos en la Asociación Cultural Valle Orotava.
Fue concretamente en el mes de diciembre de 1979, un año después que se aprobara la Constitución Española, cuando aparece el primer número de su boletín bajo el título de "EL AGUIJÓN". En su Editorial plantean la necesidad de un periódico para conseguir a través de la palabra defender una democracia real, conocer y luchar por salir de los problemas que el Valle de La Orotava tiene, por conseguir erradicar la postración cultural en la que se halla el Valle. Para ello creen indispensable la presencia de un pueblo que sepa profundizar en los caminos a una democracia real.
Por ello, tienen como objetivos denunciar la injusticia, participar activamente en la defensa de la democracia, buscar soluciones y participar en ellas, conseguir que la voz de ésta zona del Valle alcance su expresión pública, y saberse como el pueblo organizado es poderoso y lograr ser útil y en pro de una comunidad crítica. También hace un llamamiento a la participación y la colaboración de todas las corrientes de opinión, y convertirse el AGUIJÓN en un vehículo de expresión de ideas. Así, desde su primera entrega la gente espera el siguiente número, pues ha despertado la curiosidad, el debate, la conversación y el diálogo entre muchos vecinos.
Desde entonces su preocupación por la vida cultural, social, económica y política se hace patente en sus artículos sobre las Autonomías, las elecciones municipales, las asociaciones de vecinos, algún tema de actualidad sobre política internacional, algo de deportes, cine, sugerencias de libros, y aparece un texto escrito por Miguel Hernández sobre una manifestación en La Orotava, en la que Asociaciones vecinales demandan una serie de reinvindicaciones ante la Plaza del Ayuntamiento. Un momento en que todos parecen interesarse por la vida pública. Lástima que con el tiempo las asociaciones hayan quedado bajo la dirección o el clientelismo de esos gobiernos municipales. Son interesantes los escritos sobre los candidatos a la alcaldía, los grupos políticos que les respaldan. Temas sobre educación, hemeroteca, opinión, ciencias, arqueológía, costumbres, juegos, arte, etc. Un rica variedad en sus páginas que llaman a un público variopinto a su lectura.
Y se abre un estímulo, un acicate más ante una época que se presenta dinámica, contrastada, pero en la que también empieza a entreverse más de lo mismo. La herencia de una etapa anterior parece persistir en muchas mentalidades. Hay un cierto aire que quiere mantener viejos moldes y estilos, mientras por otro lado sigue la esperanza de fortalecer un nuevo sistema de relaciones y de prácticas sociales, entre las que la palabra y el diálogo esten presentes con respeto, pero con libertad.
Así van saliendo toda una serie de cuestiones propias de la sociedad de aquellos movidos años. El AGUIJÓN siguió preocupándose y sacando a la luz variedad de temas y con la colaboración de multiples personas de la cultura salió durante varios años, en dos etapas diferentes y mantuvo una interesante propuesta de diálogo y debate. Releer sus artículos nos hace ver una etapa de esperanzas y de renovación, pero gran parte de lo pedido o demandado se convirtieron en sueños y utopías, que aún hoy siguen considerándose muy lejanas o incluso, ilusiones ante un mundo de espejismos y de frustraciones sociales. El paso del tiempo hace ver las cuestiones con otras ópticas, pero momentos de ilusión y esperanzas como aquellos hacen rejuvenecer a los pueblos y a las personas, que las proyectan o a las que los sueñan...
Fue concretamente en el mes de diciembre de 1979, un año después que se aprobara la Constitución Española, cuando aparece el primer número de su boletín bajo el título de "EL AGUIJÓN". En su Editorial plantean la necesidad de un periódico para conseguir a través de la palabra defender una democracia real, conocer y luchar por salir de los problemas que el Valle de La Orotava tiene, por conseguir erradicar la postración cultural en la que se halla el Valle. Para ello creen indispensable la presencia de un pueblo que sepa profundizar en los caminos a una democracia real.
Por ello, tienen como objetivos denunciar la injusticia, participar activamente en la defensa de la democracia, buscar soluciones y participar en ellas, conseguir que la voz de ésta zona del Valle alcance su expresión pública, y saberse como el pueblo organizado es poderoso y lograr ser útil y en pro de una comunidad crítica. También hace un llamamiento a la participación y la colaboración de todas las corrientes de opinión, y convertirse el AGUIJÓN en un vehículo de expresión de ideas. Así, desde su primera entrega la gente espera el siguiente número, pues ha despertado la curiosidad, el debate, la conversación y el diálogo entre muchos vecinos.
Desde entonces su preocupación por la vida cultural, social, económica y política se hace patente en sus artículos sobre las Autonomías, las elecciones municipales, las asociaciones de vecinos, algún tema de actualidad sobre política internacional, algo de deportes, cine, sugerencias de libros, y aparece un texto escrito por Miguel Hernández sobre una manifestación en La Orotava, en la que Asociaciones vecinales demandan una serie de reinvindicaciones ante la Plaza del Ayuntamiento. Un momento en que todos parecen interesarse por la vida pública. Lástima que con el tiempo las asociaciones hayan quedado bajo la dirección o el clientelismo de esos gobiernos municipales. Son interesantes los escritos sobre los candidatos a la alcaldía, los grupos políticos que les respaldan. Temas sobre educación, hemeroteca, opinión, ciencias, arqueológía, costumbres, juegos, arte, etc. Un rica variedad en sus páginas que llaman a un público variopinto a su lectura.
Y se abre un estímulo, un acicate más ante una época que se presenta dinámica, contrastada, pero en la que también empieza a entreverse más de lo mismo. La herencia de una etapa anterior parece persistir en muchas mentalidades. Hay un cierto aire que quiere mantener viejos moldes y estilos, mientras por otro lado sigue la esperanza de fortalecer un nuevo sistema de relaciones y de prácticas sociales, entre las que la palabra y el diálogo esten presentes con respeto, pero con libertad.
Así van saliendo toda una serie de cuestiones propias de la sociedad de aquellos movidos años. El AGUIJÓN siguió preocupándose y sacando a la luz variedad de temas y con la colaboración de multiples personas de la cultura salió durante varios años, en dos etapas diferentes y mantuvo una interesante propuesta de diálogo y debate. Releer sus artículos nos hace ver una etapa de esperanzas y de renovación, pero gran parte de lo pedido o demandado se convirtieron en sueños y utopías, que aún hoy siguen considerándose muy lejanas o incluso, ilusiones ante un mundo de espejismos y de frustraciones sociales. El paso del tiempo hace ver las cuestiones con otras ópticas, pero momentos de ilusión y esperanzas como aquellos hacen rejuvenecer a los pueblos y a las personas, que las proyectan o a las que los sueñan...
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