Llegan los Reyes Magos...

Una noche mágica se acerca. Los niños esperan ansiosos la llegada de los Reyes Magos. Ya se asoman buscando en las laderas a los pajes y a los camellos sobre los que vienen esos tres reyes que traerán tantas alegrías. Y los pequeños están inquietos, sus latidos hoy son más fuertes y rápidos. Ya se acerca por las montañas la comitiva real. Las campanas de las iglesias tocan anunciando la próxima visita. Todos miran y buscan su presencia y se oyen los gritos de los chicos:"Allí están" "Vienen por allí, los tres Reyes, Melchor, Gaspar y Baltasar". Y crece en el ambiente una ilusión que se expande entre los corazones de la chiquillada.
Mientras tanto, van pasando los momentos de los últimos encargos. No debe quedar la sombra del vacío. No puede fallarse en lo esencial. Y entre todos se teje una red que les conecta con la magia del obsequio, del recuerdo, de la presencia. Sin embargo, sabemos que, desgraciadamente, no todos pueden participar en éste festejo. El sueño de la ilusión se desgrana entre la multitud y las sonrisas, los nervios, las esperanzas de los pequeños son el regalo para los mayores que recuerdan su ilusión pasada y que vuelve a estar presente.
Hoy vienen los Reyes. Habrá una gran cabalgata en la que entrarán triunfales por las calles de los pueblos. Tirarán caramelos desde sus camellos, vendrán acompañados de pajes hasta acercarse al portal. Y los niños en sus casas prepararán agua y unas hierbas para alimentar a los camellos, y unos cuantos bombones junto a unas copitas de vino o de coñac para que los Reyes de Oriente cojan fuerza y no fallen en ninguna casa. Llegará la hora de acostarse inmersos en una alegría llena de misterio.
La ilusión aún se mantiene a pesar de la realidad. Esa dura realidad de Palestina recibiendo bombas y disparos, cañonazos y la invasión cruel en la que cae tanta gente inocente. Horror y sufrimiento en las tierras que ayer visitaron los Reyes Magos. Hoy son visitadas por la crueldad de una guerra interminable.