al lumbago..
Crujió la tierra y el cuerpo gime
vibrante en un temblor que azota.
Se ramifica la herida y brota
esa chispa doliente y sublime.
Se esparce por mil nervios. Tú dime
si no sientes el dolor que trota
y expande por doquier. Así retoca
la locura que dicen te redime.
Gira este microcosmos en su latido,
por un látigo hiriente que estimula
en afán más ardiente que la gula.
Y parece que en todo recorrido,
el golpe en su pinchazo disimula,
mientras queda mi ser tan abatido.
José Luis la conoce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario