El mirlo negro vuela
con su canto de cristal
y las gaviotas a lo lejos
contestan con su cantar
Entre surcos y azadas
el campesino entrega
pedazos de su alma
y penas de sus penas.
Blancos quedan los campos
de colores de azucenas,
limpias están las enaguas
con ansias de noches plenas.
Ladridos de canes suenan
entre árboles y acequias
rebosantes de aguas claras
y de brillos de luna llena.
Ya el cielo arde en llamas
y el sol ya va a ponerse
tú me esperas, yo te espero
y en la era he de verte.
El camino de la era
lleno estaba de flores
que han desaparecido
ya te bañan sus olores.
Tu cuerpo limpio se cubre
de mirtos y alhelíes
y dejan tu torso ebrio
amapolas y jazmines.
La noche cubre el cielo
con estrellas plateadas
y la luna nos entrega
el amor de sus sonatas.
con su canto de cristal
y las gaviotas a lo lejos
contestan con su cantar
Entre surcos y azadas
el campesino entrega
pedazos de su alma
y penas de sus penas.
Blancos quedan los campos
de colores de azucenas,
limpias están las enaguas
con ansias de noches plenas.
Ladridos de canes suenan
entre árboles y acequias
rebosantes de aguas claras
y de brillos de luna llena.
Ya el cielo arde en llamas
y el sol ya va a ponerse
tú me esperas, yo te espero
y en la era he de verte.
El camino de la era
lleno estaba de flores
que han desaparecido
ya te bañan sus olores.
Tu cuerpo limpio se cubre
de mirtos y alhelíes
y dejan tu torso ebrio
amapolas y jazmines.
La noche cubre el cielo
con estrellas plateadas
y la luna nos entrega
el amor de sus sonatas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario