Sí.
Pronto
entre dos
surgió la llama,
ese hechizo mágico,
creador de complicidades
que nos funden y nos separan cada día
al ritmo de distancias, planetas en big bang.
Y el pequeño cosmos que nos une
nos envuelve con su manto
de misterios. Tú
y yo. Dos
solos,
dos.
2 comentarios:
El poema incluso mejor que el anterior, JL.,
Cambio de look?
Cambio y cambio para seguir igual...
Saludos.
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