30 de mayo de 2011

Primavera

Un paisaje cerca de Vilaflor


Por mayo, la naturaleza vuelve a lucir con sus multiples colores y nuevos aromas. Las flores renacen vivarachas expandiéndo sus galas y mostrando todo el esplendor de sus encantos. Terrenos abandonados de las labores de labranza son reconquistados por  las "amapolas californianas". Creo que se llamaban así.

Junto a edificios típicos, testigos de tantas historias, aparecen, crecen y dan un toque primaveral al paisaje. Un canto a la vida que sigue su curso a pesar de tantas desgracias.

2 comentarios:

LCA dijo...

Qué bonito colorido!!!Por lo que he leído son hipnóticas y sedantes, ¿notaste los efectos por inhalación?

;-)

josé luis dijo...

No por inhalación, sino por admiración...