En el inmenso
vacío,
tan oscuro y silencioso
brotó la luz.
Giraban las figuras
y giraban
formando nuevos sueños.
La antorcha
encendió el camino
y
vislumbró
espejos
con reflejos de otros sueños.
En el vacío,
inmenso y tan oscuro,
persistió
la ficción.
2 comentarios:
A veces, JL, incluso la más imposibles ficcciones se convierten en realidad
Un beso, amigo
Cosas que pueden pasar...¡Sorpresas nos da la vida!
Saludos.
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