Un paisaje cerca de Vilaflor
Por mayo, la naturaleza vuelve a lucir con sus multiples colores y nuevos aromas. Las flores renacen vivarachas expandiéndo sus galas y mostrando todo el esplendor de sus encantos. Terrenos abandonados de las labores de labranza son reconquistados por las "amapolas californianas". Creo que se llamaban así.
Junto a edificios típicos, testigos de tantas historias, aparecen, crecen y dan un toque primaveral al paisaje. Un canto a la vida que sigue su curso a pesar de tantas desgracias.
2 comentarios:
Qué bonito colorido!!!Por lo que he leído son hipnóticas y sedantes, ¿notaste los efectos por inhalación?
;-)
No por inhalación, sino por admiración...
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